sábado, 9 de julio de 2011

Conflicto armado en Colombia

Navegando por la red me he encontrado un texto que cita buena parte de la historia general de el conflicto armado en Colombia contado por los guerrilleros por decirlo de alguna manera y nos pareció bueno ayudar a difundirlo , aunque no estamos de acuerdo en muchos de los actos cometidos por las guerrillas ya sea por que no disponemos de información verídica de estos echos (ya que todo no lo cuentan los medios de desinformación) a lo que me refiero es que creemos en la lucha de clases en el socialismo y en la unión de los pueblos de América pero a ciencia cierta desconocemos la lucha de los que llevan allá en el monte casi unos cincuenta años así que ahí les dejo este texto para que lo lean lo analicen y ojala nos dejen un comentario con su opinión

Salud Kamaradas

REDblogk





Marquetalia -Simacota cunas de resistencia y de unidad

Anncol/ Un día de mayo 1964, y solamente dos meses en julio del mismo año, como respuesta al régimen oligárquico, iniciaron sus primeras gloriosas marchas, un grupo de mujeres y hombres que decidieron oponerse a la tirana, asumiendo la resistencia armada como el único camino dejado, por un régimen déspota y elitista que a través de toda la historia del país a concentrado la riqueza en pocas manos y ha masificado la pobreza y la miseria en el pueblo trabajador.

Esos hombres y mujeres dieron origen a las FARC-EP (Fuerzas armadas revolucionarias de Colombia, ejercito del pueblo) y al ELN (Ejército de liberación nacional), el pueblo en armas para conquistar la toma del poder para reivindicar al pueblo trabajador, al pueblo campesino masacrado por los latifundistas y las multinacionales, al pueblo trabajador excluido de las decisiones transcendentales sobre el futuro del país, a pesar de ser la fuente trabajadora y productora de riqueza. De esos primeros insurgentes, no podemos hoy a 47 años de esta epopeya, olvidar nombres como Manuel Marulanda Vélez, Jacobo Arenas, Manuel Pérez Martínez, Camilo Torres Restrepo, entre otros pioneros y pioneras, imposible de citarlos a todos.

En ese año 1964, como lo relata el último comunicado del Estado Mayor Central de las FARC-EP: “47 años de violencia partiendo desde el día que el bipartidismo liberal-conservador personificado en el excluyente, corrupto e infame pacto de alternación presidencial del Frente Nacional, en el gobierno de Guillermo León Valencia tomó la decisión de enrumbar el curso histórico de la patria por los despeñaderos de la barbarie, lanzando la más grande ofensiva militar que hasta el momento se conociera en Latinoamérica, con más de 16.000 efectivos de la fuerza armada gubernamental y orientada desde la Casa Blanca, en su estrategia para el control geopolítico del continente y contener los vientos de dignidad e independencia que soplaban desde la revolución cubana, articulado en el Plan LASO (Latin American Security Operation)para aniquilar al campesinado de Marquetalia. Es que la violencia y el arrodillamiento ante el amo yanqui, ha sido por excelencia la conducta política de las clases gobernantes en Colombia”

Después de 47 años de existencia, unos pocos dieron un paso al costado para renunciar a la lucha armada y desaparecieron en la rendición y en las dádivas que el régimen les ofreció para entregar su fusil y sus principios. La institucionalidad los absorbió e hizo sistémicos desapareciendo como sujetos individuales y colectivos de resistencia. Se les cayó el muro por unas cuantas migajas a ellos les llego al fin de la historia, hoy sirven de caja de resonancia de las políticas que un día combatieron y perdieron toda perspectiva histórica transformadora.

Hoy como lo afirma el último comunicado del Comando Central del ELN: “Hoy, 47 años después siguen vigentes todas las motivaciones que originaron este enguerrilleramiento popular y hay muchas más razones, para levantar las banderas Rojas y Negras de nuestra causa libertaria.

Hoy se han agravado todas las causas que justifican el levantamiento armado: la explotación económica, la exclusión política, la pauperización social, la enajenación cultural, la represión militar y la dependencia externa. Del régimen político de exclusión del Frente Nacional, donde un solo partido político se alternaba los gobiernos, cambiando sólo el color del trapo, hoy hemos pasado a un régimen mafioso y fascista, que maneja la administración pública, se ha apoderado del gobierno y del Estado, eliminando el Estado Social de Derecho, la poca democracia y las libertades ciudadanas, para garantizar una nueva legislación al servicio del capital extranjero. Se ha militarizado la sociedad, criminalizado la protesta y movilización social; las principales organizaciones sociales que se atreven a exigir sus derechos han sido debilitadas o aniquiladas, al igual que al movimiento político de oposición. La mitad de la población colombiana está en la pobreza y el 15 por ciento en la indigencia. Tenemos 0,58 en el coeficiente Gini, que mide la desigualdad de ingresos, uno de los más altos del continente y del mundo.

Después de 47 años de levantamiento popular, la oligarquía ha hecho más vigentes las motivaciones que un día, hace 47 originaron el camino de la lucha armada para emancipar al pueblo colombiano, “Desde mediados de la Década de los años 70 del siglo pasado, Colombia ha sido sometida a una recolonización imperialista mediante la imposición del modelo del Neoliberalismo, acompañado de la doctrina de la Seguridad Nacional. Así, la desnacionalización, el terrorismo de Estado, el paramilitarismo, el narcotráfico, las masacres, el destierro y el despojo se volvieron política de Estado.
Bajo los dictámenes imperialistas, se fue aniquilando la industria manufacturera y estatal que sustentaba una economía nacional, dentro del modelo de sustitución de importaciones. Toda la economía ha pasado a depender del capital transnacional, con el perjuicio a los pequeños y medianos empresarios y privatizando las importantes empresas estatales. La economía ha sido dominada por el fenómeno de la Financiarización, donde prima el capital financiero y especulativo, al capital productivo” (COCE julio 2011)

Hoy estamos peor que antes, como lo afirma el Estado mayor central de las FARC-EP: “. La barbarie no puede seguir siendo parte de nuestro destino durante otros 47 años más, y menos ahora que con la movilización podemos imponernos un futuro cierto y civilizado, ahora que el terror y el miedo acrecentado por el modelo de Estado mafioso que implantó Uribe Vélez se devela de la corrupción que ocultó la exaltada “seguridad democrática” donde la parapolítica, la Yidis-política, los “falsos positivos”, los encarcelamientos masivos, las fosas comunes en todo el país, el robo de recursos destinados al campo mediante el programa “Agro-ingreso seguro” para enriquecimiento de los aliados clientelares del régimen, las zonas francas para beneficio del bolsillo familiar del ex presidente, los seguimientos ilegales del DAS, la extradición de sus aliados narco-paramilitares para asegurarse impunidad, las mansiones dentro de guarniciones militares para albergar a oficiales de las fuerzas armadas condenados por crímenes de guerra y de Estado no amedranta ya a nuestro pueblo, como este lo ha expresado ya en sus reiteradas manifestaciones. Movilizaciones que vienen creciendo desde el año pasado, y crecerán, como el clamor de justicia social que reclama la nación, contra el continuismos del Uribismo que representa la “Unidad Nacional” del presidente Juan Manuel Santos, su neoliberalismo que propende un modelo de enclave garantista para las multinacionales minero-energéticas que profundizará la crisis humanitaria que afecta al país y la medioambiental que azota inclemente a la nación en cada cambio de estación, de recorte y represión a las libertades públicas, de profundización del conflicto social y armado justificado en una concepción de seguridad nacional impuesta desde Washington y que fundamenta todas las modalidades de crímenes de Estado que se aplican en Colombia, de impunidad a la corrupción que campea en todos los estamentos del Estado como los carteles de la salud que estableció la ley 100”.

Hoy Colombia es un país putrefacto, como lo afirma el COCE “Los antivalores capitalistas han malformado a las nuevas generaciones en la competencia, el egoísmo, la corrupción, el crimen, el dinero fácil, que han sido exacerbados por la financiarización, el narcotráfico y la mafia, como los prototipos de vida que se deben imitar y se inyectan en el inconsciente colectivo a través de los grandes medios masivos de desinformación, con películas, telenovelas y toda la farándula. El imperialismo yanqui convirtió a Colombia en una servil colonia y por eso es la mayor potencia militar de Latinoamérica, con el propósito de intervenir en los países vecinos que adelantan gobiernos democráticos populares. No sólo tenemos las 7 bases militares gringas del escándalo, sino cerca de 30 bases militares donde mandan los gringos, además ellos tienen facultad para utilizar los puertos, aeropuertos y todo el territorio patrio para mover las tropas extranjeras que se les antoje.Hoy, Colombia es un país más desastroso, empobrecido, injusto, dependiente, envilecido e invivible, que hace 47 años.


A pesar de eso, las dos organizaciones insurgentes le apuestan a la salida política, como lo afirma las FARC-EP “La violencia nunca ha sido nuestra razón de ser, la violencia nos la impusieron y es la característica principal de un régimen decadente que medra en ella. Que asesina a los opositores para monopolizar el poder político y crecer las chequeras de la corrupción o alcanzar reconocimiento dentro de la estratificación de la muerte que estableció el ministerio de la defensa, para recompensar los crímenes de Estado y que para eludir su responsabilidad, eufemísticamente los han denominado “falsos positivos”. Violencia que ha desplazado a más de 5 millones de compatriotas y desaparecido a más de 19 mil colombianos, solamente en los 8 años de gobierno de Uribe Vélez, para enriquecimiento de industriales, agroindustriales, ganaderos, narco-terratenientes y militares.

Nuestra razón de ser es la paz de la vivienda digna, la del desarrollo humano equilibrado, la de la educación gratuita en todos los niveles, la de la salud preventiva para toda la nación, la de la reforma agraria integral que beneficie a las comunidades campesinas, indígenas y afro descendientes, la del salario justo y del empleo garantizado, la de la protección integral del medio ambiente, la de las garantías políticas para el debate y la participación en los órganos del poder político, la garante del ejercicio pleno de los derechos humanos integrales, la del respeto y garantías a las comunidades LGTV, la del reconocimiento pleno a los derechos de género, la del reconocimiento al aborto como parte sustancial de una sociedad que debe crecer en derechos y la del derecho a la protesta y a la movilización social. Y por esta paz nos la hemos jugado toda, hasta la vida misma, como lo han refrendado con generosidad cientos de combatientes”. O como lo afirma el ELN “La esencia que mueve el conflicto colombiano es la lucha entre quienes están del lado de las grandes mayorías, contra una excluyente minoría que detenta el poder y tiene muy claros sus intereses y ataduras al imperialismo mundial, enemigo acérrimo de los pueblos.

Por ello es indispensable tomar partido, sin caer en sectarismos ni ser excluyentes, pero no hay dudas que debe precisarse de qué lado se está en la contienda. Es urgente convocar y organizar un Acuerdo Nacional para la lucha, con la fuerza de todas las organizaciones populares, que ellas sean representadas por sus auténticos dirigentes y éstos en alianza con sectores medios, sepan interpretar el interés popular y de Nación, de tal manera que sea esta la esencia de dicho Acuerdo. No puede irse más allá si de verdad se encarna una posición política con sentido de lucha popular, de cambios importantes y de una perspectiva política y social, que proyecte un Nuevo Gobierno de Nación, Paz y Equidad”.

A las propuestas de salidas política al conflicto hechas por las dos organizaciones insurgentes, el régimen mafioso ha respondido con una política arrogante de tierra arrasada, donde el culto a la muerte deviene eje central de su política genocida, ante la muerte de insurgentes el gobierno no ha dudado un instante en posar para la foto con sus manos ensangrentadas en un delirio macabro digno de su estirpe, ante esto son las dos organizaciones insurgentes las que le han propuesto al país salidas que nos eviten la tragedia de la guerra: “En estos 47 años de batallas por la paz de Colombia desde la resistencia armada, nos ratificamos en el empeño de la reconstrucción y reconciliación de la Colombia bolivariana, la patria grande y el socialismo, iluminados por el pensamiento unitario del libertador Simón Bolívar. Porque la unidad y la paz si son posible (FARC-EP comunicado citado)”. “Hoy las consignas de “unidad popular contra la oligarquía”, agitadas por Gaitán hace más de sesenta años y por Camilo Torres, los dos más grandes dirigentes populares de nuestro tiempo, están a la orden del día. El ELN, continuará su alzamiento en armas. A la vez que corrige sus errores, se reafirma en sus convicciones y espíritu de lucha. Reconocemos al movimiento popular de oposición que no claudica ante el Terrorismo de Estado. Estamos convencidos que las conductas represivas y criminales de los gobiernos de turno solo desaparecerán cuando la organización popular en su legítimo derecho a organizarse y luchar, rompa las imposiciones que le mantienen sus enemigos. Junto a la lucha firme y decidida del pueblo, el ELN le otorga mucha importancia a la solidaridad de los pueblos y gobiernos del mundo, en particular a los del continente, en su respaldo al camino de justicia social, democracia y socialismo para los colombianos. (ELN, comunicado www.eln-voces.com)

A 47 años de lucha, las dos organizaciones insurgentes en mensajes dirigidos al pueblo colombiano confirman “Somos un patrimonio de lucha y dignidad de nuestro pueblo, somos esperanza liberadora, somos un ejemplo de vida plena con los humildes. Nuestras armas, firmeza y decisión de combate, les pertenecen a nuestro pueblo, porque somos parte de sus luchas y nuestra razón de ser es defender los intereses populares. NI ENTREGA, NI RENDICIÓN… SIEMPRE JUNTO AL PUEBLO NI UN PASO ATRÁS, LIBERACIÓN O MUERTE” (COCE, 4 de julio de 2011, Montañas de Colombia). “En estos 47 años de batallas por la paz de Colombia desde la resistencia armada, nos ratificamos en el empeño de la reconstrucción y reconciliación de la Colombia bolivariana, la patria grande y el socialismo, iluminados por el pensamiento unitario del libertador Simón Bolívar. Porque la unidad y la paz si son posible. (Estado Mayor Central de las FARC-EP, mayo 27 de 2011 www.farc-ep.co )

La historia de Colombia no podrá escribirse sin reseñar la heroica lucha de los hombres y mujeres que integran la insurgencia colombiana, honor y gloria a los compañeros y camaradas caídos en combate. En estos 47 años de resistencia, los prisioneros y prisioneras políticas ocupan un lugar sagrado en esta lucha emancipadora.

Las dos organizaciones han proclamado la unidad, la organización y lucha como consigna

POR LA NUEVA COLOMBIA, LA PATRIA GRANDE Y EL SOCIALISMO
NI UN PASO ATRÁS, LIBERACIÓN O MUERTE

Todos con toda por la salida política, unidad organización y lucha


Tomado de: http://anncol.info/index.php?option=com_content&view=article&id=473:marquetalia-simacota-cunas-de-resistencia-y-de-unidad&catid=72:tv&Itemid=590

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