El robo de los dineros públicos se convirtió en una forma fácil y habitual de políticos y personajes del Estado para enriquecerse, recurriendo a ingeniosos métodos y formas.
Con la llegada de Álvaro Uribe a la presidencia, la mafia pasó a controlar toda la administración pública, creando voraces y organizadas estructuras, que multiplicaron la corrupción en forma exponencial.
Los colombianos nos estamos acostumbrando, a que cada semana se destape otra de las ollas podridas, cocinadas durante las administraciones de Uribe Vélez. Recientemente se destapó la podredumbre en la DIAN, la entidad que recauda los impuestos y maneja las aduanas.
Esta situación no aguantó más tiempo sin que explotara la tapa de la corrupción, por lo voluminoso y descarado del robo que se venía haciendo a la renta pública.
Desde Febrero del 2009, la Fiscalía comienza a investigar las irregularidades que ocurrían en la DIAN, con la devolución del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y la existencia de una mafia incrustada en ésta, a nivel nacional.
Configuración del robo
El robo, que los cálculos iniciales estiman que pasa de los 3 billones de pesos, lo hacía esta mafia creando empresas ficticias registradas en la Cámara de Comercio, que facturaban y llevaban una contabilidad simulada, pero al investigar, éstas no existen y los representantes de ellas no aparecen.
Robaba el dinero público por medio del cobro de exportaciones ficticias, la devolución ilegal del Impuesto al Valor Agregado (IVA), la sobre facturación a las exportaciones, la reducción o eliminación de impuestos a personas naturales y jurídicas, entre otras.
Un caso de los tantos fue descubierto por el gobierno Bolivariano de Venezuela, quien denunció que entre el monto de la deuda que le venían cobrando empresas exportadoras colombianas, había algunas cuentas con sobrefacturación y cobro de mercancías ficticias, entre estas la importación de cueros por 200 millones de dólares.
Las andanzas del Director de la DIAN
Néstor Días, el ex director de la DIAN, no solo era conocedor de los hechos delictivos y la existencia de red de corrupción, sino que fue sindicado por la Fiscalía, en noviembre del 2006, de haber conformar una oficina paralela a la DIAN en Barranquilla, con algunos funcionarios y ex-funcionarios, que ofrecían a las empresas morosas la eliminación o disminución de sus deudas, a cambio de cobrarles sólo un 30 por ciento, que iba para sus bolsillos.
Este funcionario es un eslabón de la cadena de corrupción del gobierno de Uribe Vélez; además del caso de la DIAN aparece involucrado en el escándalo de Agro Ingreso Seguro (AIS), por el que está siendo procesado el ex Ministro de Agricultura, Luis Felipe Arias. En este caso aparece firmando un pagaré para respaldar el crédito subsidio entregado por el proyecto AIS a una sociedad familiar, de la cual uno de sus hijos es el representante.
Los hechos delictivos que estaban ocurriendo en la DIAN era conocedor Oscar Zuloaga, Ministro de Hacienda y desde luego debía saberlo su inmediato superior, Uribe Vélez. ¿Por qué éstos no tomaron medidas durante su administración y criminalizaron las mafias de la corrupción en la DIAN y otras entidades públicas?
Los reiterados escándalos por corrupción, sucedidos durante el gobierno de Uribe Vélez, lleva a pensar que no son casos aislados sino que son resultados de la política dirigida a hacer de Colombia un “país de propietarios” como lo prometió Uribe en la campaña presidencial; y desde el gobierno la implementó siguiendo la vía más fácil, el enriquecimiento con los dineros del Estado.
La apropiación privada de la renta pública por medio del robo, los contratos leoninos y el caudal de dineros destinados a continuar la guerra, para impedir los cambios que el país necesita, está impidiendo que se genere las condiciones para la paz con justicia social, para que el gobierno redistribuya los impuestos que pagamos los colombianos, en servicios básicos como la educación y salud gratuita, la creación de fuentes de trabajo y el mejoramiento de las vías, entre otras.
Los casos de corrupción en la DIAN, en Salud, Estupefacientes, Educación, Agricultura, Obras Públicas y todos los demás ministerios y entidades administrativas, poco a poco van siendo de conocimiento público y hacen parte de los eslabones de la cadena mafiosa, que se institucionalizó en el gobierno del ex Presidente Uribe.
El engaño de Santos
Si bien es cierto que en el gobierno de Santos se han destapado algunos casos de corrupción conocidos, ha hecho aprobar la ley anticorrupción y se muestra duro contra este criminal fenómeno, eso no significa que vaya a tapar el desagüe de los dineros públicos hacia los bolsillos privados, ya que ésta es una forma de acumulación propia del modelo capitalista implantado en Colombia.
Esto no es más que un sofisma de distracción, una jugada para darse protagonismo político y dar la apariencia del deslinde con el gobierno corrupto y mafioso de Uribe Vélez, del cual fue su ministro de Defensa.
Para ocultar las verdaderas intenciones encaminadas a favorecer, por distintos medios, los intereses de la oligarquía, afianzar el neoliberalismo y seguir entregando nuestra nación a las empresas trasnacionales y a los intereses geopolíticos del imperialismo.
Es demagógico al tratar de hacer creer, que su gobierno no es corrupto y que los anteriores si lo han sido; cuando defiende los mismos intereses del enriquecimiento rápido y el modelo neoliberal; la diferencia está en la forma como lo hace: cambios formales que no son de contenido y conservan la misma esencia.
En últimas con el destape, lo que hará es suprimir a los antiguos ladrones y criminales incrustados en esas entidades y darle paso a los nuevos allegados y leales al gobierno de turno, con métodos más sofisticados para perfeccionar la corrupción, pero nunca suprimirla mientras la oligarquía y el capital sigan adueñados del Estado.
Santos no acabará la corrupción, simplemente está aplicando la lógica de todo gobernante: “quítate tú, para ponerme yo
Tomado de :http://eln-voces.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1042:dian-otro-eslabon-de-la-corrupcion&catid=26:artculos&Itemid=69
Tomado de :http://eln-voces.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1042:dian-otro-eslabon-de-la-corrupcion&catid=26:artculos&Itemid=69
jueves, 28 de julio de 2011
lunes, 25 de julio de 2011
lunes, 18 de julio de 2011
miércoles, 13 de julio de 2011
Revoluciòn Sandinista
Aqui les dejo un documental de lo que vivio el pueblo nicaraguense durante su revolucion y de como el Frente Sandinista de Liberaciòn Nacional junto al pueblo Nicaraguense derrotaron las fuerzas somosistas aliados de los gringos imperialista ahi se los dejo para ke lo analisen
Parte 1
Parte 2
Parte 3
Parte 4
Parte 5
Parte 6
Parte 7
Parte 8
Parte 9
Parte 10
Parte 11
Parte 12
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sábado, 9 de julio de 2011
Conflicto armado en Colombia
Navegando por la red me he encontrado un texto que cita buena parte de la historia general de el conflicto armado en Colombia contado por los guerrilleros por decirlo de alguna manera y nos pareció bueno ayudar a difundirlo , aunque no estamos de acuerdo en muchos de los actos cometidos por las guerrillas ya sea por que no disponemos de información verídica de estos echos (ya que todo no lo cuentan los medios de desinformación) a lo que me refiero es que creemos en la lucha de clases en el socialismo y en la unión de los pueblos de América pero a ciencia cierta desconocemos la lucha de los que llevan allá en el monte casi unos cincuenta años así que ahí les dejo este texto para que lo lean lo analicen y ojala nos dejen un comentario con su opinión
Salud Kamaradas
REDblogk
Marquetalia -Simacota cunas de resistencia y de unidad
Anncol/ Un día de mayo 1964, y solamente dos meses en julio del mismo año, como respuesta al régimen oligárquico, iniciaron sus primeras gloriosas marchas, un grupo de mujeres y hombres que decidieron oponerse a la tirana, asumiendo la resistencia armada como el único camino dejado, por un régimen déspota y elitista que a través de toda la historia del país a concentrado la riqueza en pocas manos y ha masificado la pobreza y la miseria en el pueblo trabajador.
Esos hombres y mujeres dieron origen a las FARC-EP (Fuerzas armadas revolucionarias de Colombia, ejercito del pueblo) y al ELN (Ejército de liberación nacional), el pueblo en armas para conquistar la toma del poder para reivindicar al pueblo trabajador, al pueblo campesino masacrado por los latifundistas y las multinacionales, al pueblo trabajador excluido de las decisiones transcendentales sobre el futuro del país, a pesar de ser la fuente trabajadora y productora de riqueza. De esos primeros insurgentes, no podemos hoy a 47 años de esta epopeya, olvidar nombres como Manuel Marulanda Vélez, Jacobo Arenas, Manuel Pérez Martínez, Camilo Torres Restrepo, entre otros pioneros y pioneras, imposible de citarlos a todos.
En ese año 1964, como lo relata el último comunicado del Estado Mayor Central de las FARC-EP: “47 años de violencia partiendo desde el día que el bipartidismo liberal-conservador personificado en el excluyente, corrupto e infame pacto de alternación presidencial del Frente Nacional, en el gobierno de Guillermo León Valencia tomó la decisión de enrumbar el curso histórico de la patria por los despeñaderos de la barbarie, lanzando la más grande ofensiva militar que hasta el momento se conociera en Latinoamérica, con más de 16.000 efectivos de la fuerza armada gubernamental y orientada desde la Casa Blanca, en su estrategia para el control geopolítico del continente y contener los vientos de dignidad e independencia que soplaban desde la revolución cubana, articulado en el Plan LASO (Latin American Security Operation)para aniquilar al campesinado de Marquetalia. Es que la violencia y el arrodillamiento ante el amo yanqui, ha sido por excelencia la conducta política de las clases gobernantes en Colombia”
Después de 47 años de existencia, unos pocos dieron un paso al costado para renunciar a la lucha armada y desaparecieron en la rendición y en las dádivas que el régimen les ofreció para entregar su fusil y sus principios. La institucionalidad los absorbió e hizo sistémicos desapareciendo como sujetos individuales y colectivos de resistencia. Se les cayó el muro por unas cuantas migajas a ellos les llego al fin de la historia, hoy sirven de caja de resonancia de las políticas que un día combatieron y perdieron toda perspectiva histórica transformadora.
Hoy como lo afirma el último comunicado del Comando Central del ELN: “Hoy, 47 años después siguen vigentes todas las motivaciones que originaron este enguerrilleramiento popular y hay muchas más razones, para levantar las banderas Rojas y Negras de nuestra causa libertaria.
Hoy se han agravado todas las causas que justifican el levantamiento armado: la explotación económica, la exclusión política, la pauperización social, la enajenación cultural, la represión militar y la dependencia externa. Del régimen político de exclusión del Frente Nacional, donde un solo partido político se alternaba los gobiernos, cambiando sólo el color del trapo, hoy hemos pasado a un régimen mafioso y fascista, que maneja la administración pública, se ha apoderado del gobierno y del Estado, eliminando el Estado Social de Derecho, la poca democracia y las libertades ciudadanas, para garantizar una nueva legislación al servicio del capital extranjero. Se ha militarizado la sociedad, criminalizado la protesta y movilización social; las principales organizaciones sociales que se atreven a exigir sus derechos han sido debilitadas o aniquiladas, al igual que al movimiento político de oposición. La mitad de la población colombiana está en la pobreza y el 15 por ciento en la indigencia. Tenemos 0,58 en el coeficiente Gini, que mide la desigualdad de ingresos, uno de los más altos del continente y del mundo.
Después de 47 años de levantamiento popular, la oligarquía ha hecho más vigentes las motivaciones que un día, hace 47 originaron el camino de la lucha armada para emancipar al pueblo colombiano, “Desde mediados de la Década de los años 70 del siglo pasado, Colombia ha sido sometida a una recolonización imperialista mediante la imposición del modelo del Neoliberalismo, acompañado de la doctrina de la Seguridad Nacional. Así, la desnacionalización, el terrorismo de Estado, el paramilitarismo, el narcotráfico, las masacres, el destierro y el despojo se volvieron política de Estado.
Bajo los dictámenes imperialistas, se fue aniquilando la industria manufacturera y estatal que sustentaba una economía nacional, dentro del modelo de sustitución de importaciones. Toda la economía ha pasado a depender del capital transnacional, con el perjuicio a los pequeños y medianos empresarios y privatizando las importantes empresas estatales. La economía ha sido dominada por el fenómeno de la Financiarización, donde prima el capital financiero y especulativo, al capital productivo” (COCE julio 2011)
Hoy estamos peor que antes, como lo afirma el Estado mayor central de las FARC-EP: “. La barbarie no puede seguir siendo parte de nuestro destino durante otros 47 años más, y menos ahora que con la movilización podemos imponernos un futuro cierto y civilizado, ahora que el terror y el miedo acrecentado por el modelo de Estado mafioso que implantó Uribe Vélez se devela de la corrupción que ocultó la exaltada “seguridad democrática” donde la parapolítica, la Yidis-política, los “falsos positivos”, los encarcelamientos masivos, las fosas comunes en todo el país, el robo de recursos destinados al campo mediante el programa “Agro-ingreso seguro” para enriquecimiento de los aliados clientelares del régimen, las zonas francas para beneficio del bolsillo familiar del ex presidente, los seguimientos ilegales del DAS, la extradición de sus aliados narco-paramilitares para asegurarse impunidad, las mansiones dentro de guarniciones militares para albergar a oficiales de las fuerzas armadas condenados por crímenes de guerra y de Estado no amedranta ya a nuestro pueblo, como este lo ha expresado ya en sus reiteradas manifestaciones. Movilizaciones que vienen creciendo desde el año pasado, y crecerán, como el clamor de justicia social que reclama la nación, contra el continuismos del Uribismo que representa la “Unidad Nacional” del presidente Juan Manuel Santos, su neoliberalismo que propende un modelo de enclave garantista para las multinacionales minero-energéticas que profundizará la crisis humanitaria que afecta al país y la medioambiental que azota inclemente a la nación en cada cambio de estación, de recorte y represión a las libertades públicas, de profundización del conflicto social y armado justificado en una concepción de seguridad nacional impuesta desde Washington y que fundamenta todas las modalidades de crímenes de Estado que se aplican en Colombia, de impunidad a la corrupción que campea en todos los estamentos del Estado como los carteles de la salud que estableció la ley 100”.
Hoy Colombia es un país putrefacto, como lo afirma el COCE “Los antivalores capitalistas han malformado a las nuevas generaciones en la competencia, el egoísmo, la corrupción, el crimen, el dinero fácil, que han sido exacerbados por la financiarización, el narcotráfico y la mafia, como los prototipos de vida que se deben imitar y se inyectan en el inconsciente colectivo a través de los grandes medios masivos de desinformación, con películas, telenovelas y toda la farándula. El imperialismo yanqui convirtió a Colombia en una servil colonia y por eso es la mayor potencia militar de Latinoamérica, con el propósito de intervenir en los países vecinos que adelantan gobiernos democráticos populares. No sólo tenemos las 7 bases militares gringas del escándalo, sino cerca de 30 bases militares donde mandan los gringos, además ellos tienen facultad para utilizar los puertos, aeropuertos y todo el territorio patrio para mover las tropas extranjeras que se les antoje.Hoy, Colombia es un país más desastroso, empobrecido, injusto, dependiente, envilecido e invivible, que hace 47 años.
A pesar de eso, las dos organizaciones insurgentes le apuestan a la salida política, como lo afirma las FARC-EP “La violencia nunca ha sido nuestra razón de ser, la violencia nos la impusieron y es la característica principal de un régimen decadente que medra en ella. Que asesina a los opositores para monopolizar el poder político y crecer las chequeras de la corrupción o alcanzar reconocimiento dentro de la estratificación de la muerte que estableció el ministerio de la defensa, para recompensar los crímenes de Estado y que para eludir su responsabilidad, eufemísticamente los han denominado “falsos positivos”. Violencia que ha desplazado a más de 5 millones de compatriotas y desaparecido a más de 19 mil colombianos, solamente en los 8 años de gobierno de Uribe Vélez, para enriquecimiento de industriales, agroindustriales, ganaderos, narco-terratenientes y militares.
Nuestra razón de ser es la paz de la vivienda digna, la del desarrollo humano equilibrado, la de la educación gratuita en todos los niveles, la de la salud preventiva para toda la nación, la de la reforma agraria integral que beneficie a las comunidades campesinas, indígenas y afro descendientes, la del salario justo y del empleo garantizado, la de la protección integral del medio ambiente, la de las garantías políticas para el debate y la participación en los órganos del poder político, la garante del ejercicio pleno de los derechos humanos integrales, la del respeto y garantías a las comunidades LGTV, la del reconocimiento pleno a los derechos de género, la del reconocimiento al aborto como parte sustancial de una sociedad que debe crecer en derechos y la del derecho a la protesta y a la movilización social. Y por esta paz nos la hemos jugado toda, hasta la vida misma, como lo han refrendado con generosidad cientos de combatientes”. O como lo afirma el ELN “La esencia que mueve el conflicto colombiano es la lucha entre quienes están del lado de las grandes mayorías, contra una excluyente minoría que detenta el poder y tiene muy claros sus intereses y ataduras al imperialismo mundial, enemigo acérrimo de los pueblos.
Por ello es indispensable tomar partido, sin caer en sectarismos ni ser excluyentes, pero no hay dudas que debe precisarse de qué lado se está en la contienda. Es urgente convocar y organizar un Acuerdo Nacional para la lucha, con la fuerza de todas las organizaciones populares, que ellas sean representadas por sus auténticos dirigentes y éstos en alianza con sectores medios, sepan interpretar el interés popular y de Nación, de tal manera que sea esta la esencia de dicho Acuerdo. No puede irse más allá si de verdad se encarna una posición política con sentido de lucha popular, de cambios importantes y de una perspectiva política y social, que proyecte un Nuevo Gobierno de Nación, Paz y Equidad”.
A las propuestas de salidas política al conflicto hechas por las dos organizaciones insurgentes, el régimen mafioso ha respondido con una política arrogante de tierra arrasada, donde el culto a la muerte deviene eje central de su política genocida, ante la muerte de insurgentes el gobierno no ha dudado un instante en posar para la foto con sus manos ensangrentadas en un delirio macabro digno de su estirpe, ante esto son las dos organizaciones insurgentes las que le han propuesto al país salidas que nos eviten la tragedia de la guerra: “En estos 47 años de batallas por la paz de Colombia desde la resistencia armada, nos ratificamos en el empeño de la reconstrucción y reconciliación de la Colombia bolivariana, la patria grande y el socialismo, iluminados por el pensamiento unitario del libertador Simón Bolívar. Porque la unidad y la paz si son posible (FARC-EP comunicado citado)”. “Hoy las consignas de “unidad popular contra la oligarquía”, agitadas por Gaitán hace más de sesenta años y por Camilo Torres, los dos más grandes dirigentes populares de nuestro tiempo, están a la orden del día. El ELN, continuará su alzamiento en armas. A la vez que corrige sus errores, se reafirma en sus convicciones y espíritu de lucha. Reconocemos al movimiento popular de oposición que no claudica ante el Terrorismo de Estado. Estamos convencidos que las conductas represivas y criminales de los gobiernos de turno solo desaparecerán cuando la organización popular en su legítimo derecho a organizarse y luchar, rompa las imposiciones que le mantienen sus enemigos. Junto a la lucha firme y decidida del pueblo, el ELN le otorga mucha importancia a la solidaridad de los pueblos y gobiernos del mundo, en particular a los del continente, en su respaldo al camino de justicia social, democracia y socialismo para los colombianos. (ELN, comunicado www.eln-voces.com)
A 47 años de lucha, las dos organizaciones insurgentes en mensajes dirigidos al pueblo colombiano confirman “Somos un patrimonio de lucha y dignidad de nuestro pueblo, somos esperanza liberadora, somos un ejemplo de vida plena con los humildes. Nuestras armas, firmeza y decisión de combate, les pertenecen a nuestro pueblo, porque somos parte de sus luchas y nuestra razón de ser es defender los intereses populares. NI ENTREGA, NI RENDICIÓN… SIEMPRE JUNTO AL PUEBLO NI UN PASO ATRÁS, LIBERACIÓN O MUERTE” (COCE, 4 de julio de 2011, Montañas de Colombia). “En estos 47 años de batallas por la paz de Colombia desde la resistencia armada, nos ratificamos en el empeño de la reconstrucción y reconciliación de la Colombia bolivariana, la patria grande y el socialismo, iluminados por el pensamiento unitario del libertador Simón Bolívar. Porque la unidad y la paz si son posible. (Estado Mayor Central de las FARC-EP, mayo 27 de 2011 www.farc-ep.co )
La historia de Colombia no podrá escribirse sin reseñar la heroica lucha de los hombres y mujeres que integran la insurgencia colombiana, honor y gloria a los compañeros y camaradas caídos en combate. En estos 47 años de resistencia, los prisioneros y prisioneras políticas ocupan un lugar sagrado en esta lucha emancipadora.
Las dos organizaciones han proclamado la unidad, la organización y lucha como consigna
POR LA NUEVA COLOMBIA, LA PATRIA GRANDE Y EL SOCIALISMO
NI UN PASO ATRÁS, LIBERACIÓN O MUERTE
Todos con toda por la salida política, unidad organización y lucha
Tomado de: http://anncol.info/index.php?option=com_content&view=article&id=473:marquetalia-simacota-cunas-de-resistencia-y-de-unidad&catid=72:tv&Itemid=590
Salud Kamaradas
REDblogk
Marquetalia -Simacota cunas de resistencia y de unidad
Anncol/ Un día de mayo 1964, y solamente dos meses en julio del mismo año, como respuesta al régimen oligárquico, iniciaron sus primeras gloriosas marchas, un grupo de mujeres y hombres que decidieron oponerse a la tirana, asumiendo la resistencia armada como el único camino dejado, por un régimen déspota y elitista que a través de toda la historia del país a concentrado la riqueza en pocas manos y ha masificado la pobreza y la miseria en el pueblo trabajador.
Esos hombres y mujeres dieron origen a las FARC-EP (Fuerzas armadas revolucionarias de Colombia, ejercito del pueblo) y al ELN (Ejército de liberación nacional), el pueblo en armas para conquistar la toma del poder para reivindicar al pueblo trabajador, al pueblo campesino masacrado por los latifundistas y las multinacionales, al pueblo trabajador excluido de las decisiones transcendentales sobre el futuro del país, a pesar de ser la fuente trabajadora y productora de riqueza. De esos primeros insurgentes, no podemos hoy a 47 años de esta epopeya, olvidar nombres como Manuel Marulanda Vélez, Jacobo Arenas, Manuel Pérez Martínez, Camilo Torres Restrepo, entre otros pioneros y pioneras, imposible de citarlos a todos.
En ese año 1964, como lo relata el último comunicado del Estado Mayor Central de las FARC-EP: “47 años de violencia partiendo desde el día que el bipartidismo liberal-conservador personificado en el excluyente, corrupto e infame pacto de alternación presidencial del Frente Nacional, en el gobierno de Guillermo León Valencia tomó la decisión de enrumbar el curso histórico de la patria por los despeñaderos de la barbarie, lanzando la más grande ofensiva militar que hasta el momento se conociera en Latinoamérica, con más de 16.000 efectivos de la fuerza armada gubernamental y orientada desde la Casa Blanca, en su estrategia para el control geopolítico del continente y contener los vientos de dignidad e independencia que soplaban desde la revolución cubana, articulado en el Plan LASO (Latin American Security Operation)para aniquilar al campesinado de Marquetalia. Es que la violencia y el arrodillamiento ante el amo yanqui, ha sido por excelencia la conducta política de las clases gobernantes en Colombia”
Después de 47 años de existencia, unos pocos dieron un paso al costado para renunciar a la lucha armada y desaparecieron en la rendición y en las dádivas que el régimen les ofreció para entregar su fusil y sus principios. La institucionalidad los absorbió e hizo sistémicos desapareciendo como sujetos individuales y colectivos de resistencia. Se les cayó el muro por unas cuantas migajas a ellos les llego al fin de la historia, hoy sirven de caja de resonancia de las políticas que un día combatieron y perdieron toda perspectiva histórica transformadora.
Hoy como lo afirma el último comunicado del Comando Central del ELN: “Hoy, 47 años después siguen vigentes todas las motivaciones que originaron este enguerrilleramiento popular y hay muchas más razones, para levantar las banderas Rojas y Negras de nuestra causa libertaria.
Hoy se han agravado todas las causas que justifican el levantamiento armado: la explotación económica, la exclusión política, la pauperización social, la enajenación cultural, la represión militar y la dependencia externa. Del régimen político de exclusión del Frente Nacional, donde un solo partido político se alternaba los gobiernos, cambiando sólo el color del trapo, hoy hemos pasado a un régimen mafioso y fascista, que maneja la administración pública, se ha apoderado del gobierno y del Estado, eliminando el Estado Social de Derecho, la poca democracia y las libertades ciudadanas, para garantizar una nueva legislación al servicio del capital extranjero. Se ha militarizado la sociedad, criminalizado la protesta y movilización social; las principales organizaciones sociales que se atreven a exigir sus derechos han sido debilitadas o aniquiladas, al igual que al movimiento político de oposición. La mitad de la población colombiana está en la pobreza y el 15 por ciento en la indigencia. Tenemos 0,58 en el coeficiente Gini, que mide la desigualdad de ingresos, uno de los más altos del continente y del mundo.
Después de 47 años de levantamiento popular, la oligarquía ha hecho más vigentes las motivaciones que un día, hace 47 originaron el camino de la lucha armada para emancipar al pueblo colombiano, “Desde mediados de la Década de los años 70 del siglo pasado, Colombia ha sido sometida a una recolonización imperialista mediante la imposición del modelo del Neoliberalismo, acompañado de la doctrina de la Seguridad Nacional. Así, la desnacionalización, el terrorismo de Estado, el paramilitarismo, el narcotráfico, las masacres, el destierro y el despojo se volvieron política de Estado.
Bajo los dictámenes imperialistas, se fue aniquilando la industria manufacturera y estatal que sustentaba una economía nacional, dentro del modelo de sustitución de importaciones. Toda la economía ha pasado a depender del capital transnacional, con el perjuicio a los pequeños y medianos empresarios y privatizando las importantes empresas estatales. La economía ha sido dominada por el fenómeno de la Financiarización, donde prima el capital financiero y especulativo, al capital productivo” (COCE julio 2011)
Hoy estamos peor que antes, como lo afirma el Estado mayor central de las FARC-EP: “. La barbarie no puede seguir siendo parte de nuestro destino durante otros 47 años más, y menos ahora que con la movilización podemos imponernos un futuro cierto y civilizado, ahora que el terror y el miedo acrecentado por el modelo de Estado mafioso que implantó Uribe Vélez se devela de la corrupción que ocultó la exaltada “seguridad democrática” donde la parapolítica, la Yidis-política, los “falsos positivos”, los encarcelamientos masivos, las fosas comunes en todo el país, el robo de recursos destinados al campo mediante el programa “Agro-ingreso seguro” para enriquecimiento de los aliados clientelares del régimen, las zonas francas para beneficio del bolsillo familiar del ex presidente, los seguimientos ilegales del DAS, la extradición de sus aliados narco-paramilitares para asegurarse impunidad, las mansiones dentro de guarniciones militares para albergar a oficiales de las fuerzas armadas condenados por crímenes de guerra y de Estado no amedranta ya a nuestro pueblo, como este lo ha expresado ya en sus reiteradas manifestaciones. Movilizaciones que vienen creciendo desde el año pasado, y crecerán, como el clamor de justicia social que reclama la nación, contra el continuismos del Uribismo que representa la “Unidad Nacional” del presidente Juan Manuel Santos, su neoliberalismo que propende un modelo de enclave garantista para las multinacionales minero-energéticas que profundizará la crisis humanitaria que afecta al país y la medioambiental que azota inclemente a la nación en cada cambio de estación, de recorte y represión a las libertades públicas, de profundización del conflicto social y armado justificado en una concepción de seguridad nacional impuesta desde Washington y que fundamenta todas las modalidades de crímenes de Estado que se aplican en Colombia, de impunidad a la corrupción que campea en todos los estamentos del Estado como los carteles de la salud que estableció la ley 100”.
Hoy Colombia es un país putrefacto, como lo afirma el COCE “Los antivalores capitalistas han malformado a las nuevas generaciones en la competencia, el egoísmo, la corrupción, el crimen, el dinero fácil, que han sido exacerbados por la financiarización, el narcotráfico y la mafia, como los prototipos de vida que se deben imitar y se inyectan en el inconsciente colectivo a través de los grandes medios masivos de desinformación, con películas, telenovelas y toda la farándula. El imperialismo yanqui convirtió a Colombia en una servil colonia y por eso es la mayor potencia militar de Latinoamérica, con el propósito de intervenir en los países vecinos que adelantan gobiernos democráticos populares. No sólo tenemos las 7 bases militares gringas del escándalo, sino cerca de 30 bases militares donde mandan los gringos, además ellos tienen facultad para utilizar los puertos, aeropuertos y todo el territorio patrio para mover las tropas extranjeras que se les antoje.Hoy, Colombia es un país más desastroso, empobrecido, injusto, dependiente, envilecido e invivible, que hace 47 años.
A pesar de eso, las dos organizaciones insurgentes le apuestan a la salida política, como lo afirma las FARC-EP “La violencia nunca ha sido nuestra razón de ser, la violencia nos la impusieron y es la característica principal de un régimen decadente que medra en ella. Que asesina a los opositores para monopolizar el poder político y crecer las chequeras de la corrupción o alcanzar reconocimiento dentro de la estratificación de la muerte que estableció el ministerio de la defensa, para recompensar los crímenes de Estado y que para eludir su responsabilidad, eufemísticamente los han denominado “falsos positivos”. Violencia que ha desplazado a más de 5 millones de compatriotas y desaparecido a más de 19 mil colombianos, solamente en los 8 años de gobierno de Uribe Vélez, para enriquecimiento de industriales, agroindustriales, ganaderos, narco-terratenientes y militares.
Nuestra razón de ser es la paz de la vivienda digna, la del desarrollo humano equilibrado, la de la educación gratuita en todos los niveles, la de la salud preventiva para toda la nación, la de la reforma agraria integral que beneficie a las comunidades campesinas, indígenas y afro descendientes, la del salario justo y del empleo garantizado, la de la protección integral del medio ambiente, la de las garantías políticas para el debate y la participación en los órganos del poder político, la garante del ejercicio pleno de los derechos humanos integrales, la del respeto y garantías a las comunidades LGTV, la del reconocimiento pleno a los derechos de género, la del reconocimiento al aborto como parte sustancial de una sociedad que debe crecer en derechos y la del derecho a la protesta y a la movilización social. Y por esta paz nos la hemos jugado toda, hasta la vida misma, como lo han refrendado con generosidad cientos de combatientes”. O como lo afirma el ELN “La esencia que mueve el conflicto colombiano es la lucha entre quienes están del lado de las grandes mayorías, contra una excluyente minoría que detenta el poder y tiene muy claros sus intereses y ataduras al imperialismo mundial, enemigo acérrimo de los pueblos.
Por ello es indispensable tomar partido, sin caer en sectarismos ni ser excluyentes, pero no hay dudas que debe precisarse de qué lado se está en la contienda. Es urgente convocar y organizar un Acuerdo Nacional para la lucha, con la fuerza de todas las organizaciones populares, que ellas sean representadas por sus auténticos dirigentes y éstos en alianza con sectores medios, sepan interpretar el interés popular y de Nación, de tal manera que sea esta la esencia de dicho Acuerdo. No puede irse más allá si de verdad se encarna una posición política con sentido de lucha popular, de cambios importantes y de una perspectiva política y social, que proyecte un Nuevo Gobierno de Nación, Paz y Equidad”.
A las propuestas de salidas política al conflicto hechas por las dos organizaciones insurgentes, el régimen mafioso ha respondido con una política arrogante de tierra arrasada, donde el culto a la muerte deviene eje central de su política genocida, ante la muerte de insurgentes el gobierno no ha dudado un instante en posar para la foto con sus manos ensangrentadas en un delirio macabro digno de su estirpe, ante esto son las dos organizaciones insurgentes las que le han propuesto al país salidas que nos eviten la tragedia de la guerra: “En estos 47 años de batallas por la paz de Colombia desde la resistencia armada, nos ratificamos en el empeño de la reconstrucción y reconciliación de la Colombia bolivariana, la patria grande y el socialismo, iluminados por el pensamiento unitario del libertador Simón Bolívar. Porque la unidad y la paz si son posible (FARC-EP comunicado citado)”. “Hoy las consignas de “unidad popular contra la oligarquía”, agitadas por Gaitán hace más de sesenta años y por Camilo Torres, los dos más grandes dirigentes populares de nuestro tiempo, están a la orden del día. El ELN, continuará su alzamiento en armas. A la vez que corrige sus errores, se reafirma en sus convicciones y espíritu de lucha. Reconocemos al movimiento popular de oposición que no claudica ante el Terrorismo de Estado. Estamos convencidos que las conductas represivas y criminales de los gobiernos de turno solo desaparecerán cuando la organización popular en su legítimo derecho a organizarse y luchar, rompa las imposiciones que le mantienen sus enemigos. Junto a la lucha firme y decidida del pueblo, el ELN le otorga mucha importancia a la solidaridad de los pueblos y gobiernos del mundo, en particular a los del continente, en su respaldo al camino de justicia social, democracia y socialismo para los colombianos. (ELN, comunicado www.eln-voces.com)
A 47 años de lucha, las dos organizaciones insurgentes en mensajes dirigidos al pueblo colombiano confirman “Somos un patrimonio de lucha y dignidad de nuestro pueblo, somos esperanza liberadora, somos un ejemplo de vida plena con los humildes. Nuestras armas, firmeza y decisión de combate, les pertenecen a nuestro pueblo, porque somos parte de sus luchas y nuestra razón de ser es defender los intereses populares. NI ENTREGA, NI RENDICIÓN… SIEMPRE JUNTO AL PUEBLO NI UN PASO ATRÁS, LIBERACIÓN O MUERTE” (COCE, 4 de julio de 2011, Montañas de Colombia). “En estos 47 años de batallas por la paz de Colombia desde la resistencia armada, nos ratificamos en el empeño de la reconstrucción y reconciliación de la Colombia bolivariana, la patria grande y el socialismo, iluminados por el pensamiento unitario del libertador Simón Bolívar. Porque la unidad y la paz si son posible. (Estado Mayor Central de las FARC-EP, mayo 27 de 2011 www.farc-ep.co )
La historia de Colombia no podrá escribirse sin reseñar la heroica lucha de los hombres y mujeres que integran la insurgencia colombiana, honor y gloria a los compañeros y camaradas caídos en combate. En estos 47 años de resistencia, los prisioneros y prisioneras políticas ocupan un lugar sagrado en esta lucha emancipadora.
Las dos organizaciones han proclamado la unidad, la organización y lucha como consigna
POR LA NUEVA COLOMBIA, LA PATRIA GRANDE Y EL SOCIALISMO
NI UN PASO ATRÁS, LIBERACIÓN O MUERTE
Todos con toda por la salida política, unidad organización y lucha
Tomado de: http://anncol.info/index.php?option=com_content&view=article&id=473:marquetalia-simacota-cunas-de-resistencia-y-de-unidad&catid=72:tv&Itemid=590
martes, 5 de julio de 2011
chicos del maiz (rap rojo)
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por (musicadecalle)
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lunes, 4 de julio de 2011
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